Origen del punto y banca o baccarat
Por lo general alrededor del origen de los juegos de casino siempre existen diversas versiones y claramente el punto y banca, que lleva más de cinco siglos siendo parte del entretenimiento, no iba a ser la excepción. Muchos afirman que nació en Francia hacia el año 1400, este rumor se debe a que las reglas se crearon en este país durante la evolución del juego. En esta época también surgieron dos versiones más: Banque y Chemin de Fer. Otros tantos aseguran que sus inicios fueron en Italia ya que su nombre proviene de bacarrá, una antigua palabra italiana que significa cero. Esta expresión también se usaba para llamar a la peor mano de un juego.
La versión italiana al parecer es la que ha tenido más acogida durante la historia de este, que por cierto no tuvo un comienzo muy exitoso ya que el Rey Luis XIV de Francia lo prohibió ante su corte, pero como dicen por ahí “Las leyes se hicieron para romperlas”, así hubiera restricción para jugarlo, muchos aficionados de la alta sociedad lo convirtieron hacia el siglo XVI y XIX en su juego favorito para pasar el tiempo de una forma diferente. De hecho, se convirtió en exclusivo de aristócratas, magnates y personas adineradas, y solo se jugaba en algunas zonas específicas para que el resto de la población no tuviese acceso a él.
Para saber por qué el origen italiano ha sido el más aceptado, te contaremos una historia casi sacada de un cuento de hadas, que si bien podría ser un relato de ficción, nos da a entender un poco cómo funciona el juego del punto y banca.
Cuenta la leyenda que mientras transcurría el medioevo las creencias etruscas se adjudicaron el origen del baccarat y que unos cuantos siglos atrás, una dama muy hermosa con cabellos de oro fue hechizada por nueve dioses con un dado de nueve lados para profesar la vida de la joven.
La predicción decía que toda doncella que fuese virgen debería lanzar el dado hacia el piso para descubrir cuál de las caras determinaría su futuro. Si el lado caía en el número nueve o en el ocho, ella se convertiría en sacerdotisa, si caía en el siete o en el seis sería desterrada, pero si su número era menor que estos, el mar sería lo que la esperaba.
Felix Falguiere
También dicen que su autoría se le atribuye al prócer e intelectual de este juego, Felix Falguiere ya que si él no hubiese jugado por primera vez con cartas de tarot, la existencia del punto y banca no hubiese sido posible. El baccarat se expandió rápidamente por las ciudades italianas Florencia, Nápoles y Génova. Cuando el rey francés Carlos VIII invadió Nápoles en el año 1494, llevó la técnica de este juego a Francia, lugar en el que se crearon ciertas reglas para hacer más atractivo y cautivar a más jugadores.La expansión del punto y banca llegó hasta América, lugar en el que no fue aceptado al inicio, pero con el tiempo tuvo bastante acogida. Para 1950 llegó a Latinoamérica, entrando por Mar del Plata y otras ciudades de Argentina, y llegando también a Cuba, en donde crearon una nueva versión del juego que hoy en día es la más conocida en este país. En 1955 el baccarat aterrizó en los casinos de Nevada, y se jugó por primera vez en Las Vegas gracias a Tommy Tenzoni quien lo llevó a los clubes de juego y fue considerado un maestro de la materia. A partir de 1970 varios casinos del mundo lo popularizaron para aumentar sus ingresos, aunque aún muchos apostadores le temían porque creían que solo era un juego creado para la élite, lograron convertir a más personas en aficionadas al juego alcanzando así igual o más fama que la ruleta, que hasta el día de hoy es uno de los juegos de casino más populares del mundo.